En 29 balas y una nota de amor, Alfonso Egea relata el crimen que ocurrió en el seno de la Guardia Urbana y que acabó con el encarcelamiento de Rosa Peral y Albert López, detenidos como sospechosos del homicidio de Pedro Rodríguez, miembro también del cuerpo y pareja de Rosa Peral. Egea, periodista especializado en investigación y sucesos de Espejo Público, realiza en este libro una reconstrucción pormenorizada de la investigación basada en todo tipo de fuentes y documentos, que aportaron las diferentes partes del caso. “Este es uno de los crímenes más estremecedores que he tenido la oportunidad de conocer”, subraya el periodista. La mecánica de la muerte, sus últimos movimientos y los tosco intentos de los sospechosos por construir una genialidad criminal para imputar a otras personas son los protagonistas de este libro en el que paso a paso se determinan los detalles de un caso que conmocionó a la opinión pública. Egea describe en 29 balas y una nota de amor la complicada investigación policial que parte tras el descubrimiento de un coche, en los alrededores de Barcelona, totalmente calcinado y con una cuantas piezas óseas calcinadas en su interior. Días después de este descubrimiento, el 13 de mayo, a las 13.45, los investigadores detuvieron a Albert López y Rosa. Ambos sospechosos del homicidio de Pedro Rodríguez. “Los cadáveres hablan, y cuanto menos te puede contar un cadáver más complicada será la investigación”. En esta historia partimos de una pareja rota meses antes de un asesinato, y dos hombres y una mujer protagonistas de infidelidades, discusiones y reconciliaciones. “Un hombre y una mujer que lo mismo se odiaban que se amaban y que lo hacían con la misma intensidad”, advierte Alfonso Egea. Ahí fuera, donde menos te lo esperas, aparece la historia más increíble del mundo”, alega Alfonso Egea, quien destaca que este crimen y los hechos que lo rodean acabarán estudiándose en las facultades de criminología. “La investigación de un asesinato o de cualquier hecho criminal de una cierta gravedad es como una receta de cocina de la abuela: un puñado de lógica deductiva, otro puñado de estrategia emocional, una pizca de perfilación criminal, dos cucharadas de intuición y esa medida imposible de medir de genialidad basada en el talento, en los conocimientos y el esfuerzo”.