El mayor pecado de cualquier delincuente es quizá la firme creencia de que existe un último golpe que lo llevará a la salvación y le permitirá de una vez por todas dejar para siempre el hampa. Pero el golpe final no existe, ¿o sí?
Ful, un criminal de poca monta que lleva muchos años actuando en las calles de Lleida, ve cómo los años pasan y cómo su padre hace mucho tiempo que no deja de mirar por la ventana buscando respuestas que nunca obtendrá, ¿o sí?
Pero la monotonía se ha apoderado de la vida de Ful, y quizá por ello, cuando James le propone un plan peligroso pero perfecto que le permitirá pasar página definitivamente, acepta la oferta. Sin embargo, los planes no siempre salen como uno tenía previsto, ¿o sí?
En cualquier caso, delinquir contra una banda de traficantes colombianos le parece una buena idea. Estos nunca denunciarán el crimen, ya que tienen tanto que perder como sus agresores. Por esa regla de tres, Ful, junto con Jose, Arturo, Jessica, el Pelota y James, el gran instigador de la trama, se lanzan a un atraco que de una vez por todas les permitirá romper con su pasado, ¿o no?
Rafa Melero nos hipnotiza con una historia repleta de humanidad que acerca al lector no solamente a la mente desquiciada del criminal, sino también a la inequívoca conducta de toda una sociedad que muy a menudo mira hacia otro lado y desea ignorar la realidad. Porque generalmente los delincuentes no nacen con esa condición, muy a menudo es su entorno y sus circunstancias quien los lleva a convertirse en lo que finalmente son.
Melero es sin lugar a dudas uno de los escritores españoles que mejor sabe cómo sorprender al lector, y lo hace sin trampas y sin faltarle el respeto. Y es que la realidad supera siempre la ficción, o eso dicen, y de la realidad criminal de nuestros días el autor sabe mucho.