Rafa Melero Rojo nació en Barcelona, pero su infancia la pasó en Lleida, hasta que en 1995 ingresó en el cuerpo de los Mossos d’Esquadra. Desde entonces ha trabajado en ciudades como Figueres, La Bisbal de l’Empordà, Lleida, L’Hospitalet de Llobregat y Terrassa, entre otras, y su trayectoria profesional ha transcurrido íntegramente en la policía judicial, en grupos como el de Homicidios, Salud Pública o Delitos contra el Patrimonio. Esta es su tercera novela, después de publicar las exitosas La ira del Fénix (Playa de Ákaba, 2014) y La penitencia del alfil (Alrevés, 2015).
La tranquila vida de Tomás Montes da un giro inesperado cuando la muerte de su padre desencadena unos hechos que lo llevan a una ineludible solución: la venganza, cueste lo que cueste.
El asesino en serie es una criatura de una enorme complejidad y que camina a paso lento y seguro, como un camaleón, cambiante y letal, y siempre al acecho de su próxima víctima.
El mayor pecado de cualquier delincuente es la firme creencia de que existe un último golpe que lo llevará a la salvación y le permitirá de una vez por todas dejar para siempre el hampa.
Es un axioma del ajedrez que solo se pierde cuando el rey queda ahogado, cuando ya no tiene otra cosa que hacer, pero hay partidas que se alargan tanto como una vida.