La vida de la subinspectora Rebeca Santana quizá no difiera tanto de la de cualquiera de nosotros.
El éxito alcanzado por la novela negra en los últimos años ha llevado a muchos autores a acercarse a ella de forma absolutamente superficial.
Viuen al mig del desert, a les profunditats de la tundra, en un poble perdut a la sabana o al vessant remot d’una muntanya.
Es un axioma del ajedrez que solo se pierde cuando el rey queda ahogado, cuando ya no tiene otra cosa que hacer, pero hay partidas que se alargan tanto como una vida.
Esteban siempre tuvo una vida cómoda, jamás le faltó de nada, hasta que su familia le dio la espalda y la suerte cambió de bando.
Edith Wharton fue la gran cronista de un mundo que dejaba de existir.
Si alguien decidiera crear una lista de crímenes idiotas, un secuestro exprés en una isla solo figuraría después de un atraco a una comisaría o a un banco de semen.
Titllada com a literatura de pur entreteniment i desvinculada del gènere novel·lístic amb majúscula, la novel·la policíaca a Catalunya va tenir uns inicis ben dificultosos.
Viven en medio del desierto, en lo más profundo de la tundra, en un pueblo perdido en la sabana o en la remota ladera de una montaña.
Que en este país no es oro todo lo que reluce ya lo sabemos, y que una parte nada despreciable de la casta política vive del cuento, también.